Existe una gran cantidad de tipos de almacenes atendiendo a diferentes criterios. Entre dichos criterios pueden incluirse clasificaciones según el tipo de mercancía, según el tamaño del propio almacén o según la función logística que tienen. Concretamente, nos centraremos en la clasificación de tipos de almacén según la función logística.
Tipos de almacén según su función logística
Tal y como se ha mencionado, existen distintos tipos de almacén atendiendo a la función logística que poseen. Pueden distinguirse de hecho los siguientes tipos:
Almacén de tránsito
En el almacén de tránsito la función principal es la de almacenar mercancías de forma no definitiva. En efecto, se trata de un tipo de almacén en el que se almacenan las mercancías durante todo el tiempo necesario en la etapa de un proceso que puede ser, por ejemplo, el tiempo hasta la entrega al cliente o el tiempo de empaquetado de la mercancía. Ahora bien: es importante añadir que entre todos los tipos de almacén, en el almacén de tránsito no se añade valor al producto en su cadena de valor. Son, pues, una pieza intermedia entre el propio centro de distribución y el cliente final y, gracias a ellos, es posible reducir tanto los tiempos de espera como la propia cadena de suministro de un producto.
De este tipo de almacenes puede destacarse un alto nivel de tránsito de mercancías: precisamente por ser un almacén provisional en ellos nunca se almacena una gran cantidad de mercancías a largo plazo, sino que más bien se trata de hacer que el flujo de mercancías sea continuo. Por todo ello, las instalaciones de este tipo generalmente están en empresas que tienen diferentes tipos de producto y requieren de una respuesta rápida. Así pues, el sector del e-commerce, el retail o los supermercados son los que poseen este tipo de almacén provisional. En ellos esperan lotes de diferentes productos a la espera de ser enviados al destino final.
Almacén de distribución
Otro de los tipos de almacén existentes es el almacén de distribución. Este también se conoce como almacén de suministro, y está generalmente localizado en puntos cercanos al cliente final. Se trata de centros logísticos que buscan hacer de garantes de los productos para una zona o un cliente. Son instalaciones que reciben mercancías desde los centros de producción y las almacenan para posteriormente enviarlas al cliente final. Por ello, puede decirse que la función de un almacén de distribución es la de reducir todo lo posible los tiempos de entrega así como evitar que se produzcan interrupciones en la cadena de suministro.
Son una pieza esencial a la hora de ofrecer un buen servicio a los clientes. Normalmente en un almacén de este tipo se sitúan productos con especial demanda en una región, precisamente para garantizar su stock.
Almacén de aprovisionamiento o almacén de producción
Un almacén de aprovisionamiento es también conocido como almacén de producción. Entre los tipos de almacén que pueden encontrarse, este tipo es el que se encarga de almacenar todas las mercancías necesarias para el propio proceso de fabricación. Sirven para surtir al centro de producción de todos los bienes necesarios para su trabajo, lo que incluye productos semielaborados, piezas o materias primas, entre otros. Igualmente, este tipo de almacenes son los que se encargan – junto a los de distribución – de que no se interrumpa nunca la cadena de producción, proveyendo siempre de todo lo que necesite. Es muy común que este tipo de almacenes estén de hecho conectados directamente con la planta de producción.
Almacén de picking
Otro de los tipos de almacén más importantes en la gestión de stock es el almacén de picking. Este tipo de almacén tiene como propósito hacer que todo el proceso de preparación de los pedidos carezca de errores y sea un proceso eficiente y rápido. Así pues, en los almacenes de picking generalmente se instalan accesos directos para todas las mercancías, y se cuenta con estanterías de picking que permiten tener bien referenciada toda la mercancía. Supone la optimización tanto del espacio como de los recursos y los costes: su finalidad es organizar todo lo posible la mercancía para hacer de “corazón” que hace fluir todas las operaciones y productos. Este tipo de almacenes puede ofrecer un altísimo rendimiento gracias a la automatización de procesos. Por añadido, pueden contar con soluciones como la del picking dinámico o el picking de alto rendimiento, que agilizan todos los procesos e introducen el tiempo real en la gestión de un almacén.
Almacén de consolidación
Otro de los tipos de almacén es el almacén de consolidación. Se trata de un tipo de almacén dedicado al auxilio de empresas que operan con un gran número de pedidos. El fin de este tipo de almacenes es precisamente agilizar todos los envíos y hacer que no se produzcan errores en este paso. Así pues, este tipo de almacenes tienen referencias para depositar las mercancías, que pueden ser por su ruta de envío o bien en función del cliente final que tienen. En este tipo de almacenes también es importante la implementación de sistemas de automatización que incluyen ERP o sorters que organizan todas las salidas según una estrategia marcada. Generalmente, cuando hay un pedido de gran volumen en el almacén de consolidación se divide en unidades de carga para enviarlo fácilmente.
Otras clasificaciones para los tipos de almacén
Pueden añadirse, además, otras clasificaciones para los tipos de almacén existentes. Por ejemplo, puede hablarse de almacenes techados o no: los que están techados son cubiertos y las mercancías permanecen “a refugio”. Sin embargo, en los almacenes exteriores la mercancía queda al aire libre y simplemente señalizada.
Por otro lado, puede hablarse de diferentes tipos de almacén según el tipo de producto que almacenan. En primer lugar estarían los almacenes de materias primas, que solo disponen de lo que el centro de producción requiere y que, por lo mismo, se encuentran cerca de él. En segundo término, están los almacenes de productos terminados. En ellos se almacena el stock de la empresa, y es seguramente el más común. Por último, puede hablarse también de almacenes de repuestos o accesorios, dedicados al servicio postventa para los clientes o bien para el propio centro de producción en caso de que tenga que sustituir elementos dañados.